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Guinness es una chela icónica que todos han escuchado, sean amantes de craft-beer o no y en verdad podemos decir que Guinness no es craft en realidad pero eso no la hace de menos, creo que hay una delgada línea entre considerar una chela buena por ser craft y una cerveza mala por ser comercial, justo en mi anterior artículo tocaba ese tema, por si lo quieres leer puedes hacerlo aquí, pero ese no es el tema de hoy, hoy quiero que platiquemos un rato sobre esta genial chela, en específico de la lata gigante de 440ml, Guinness Draught y su sistema nitro.
Antes de explorar el toque nitro que hace esta chela una de mis favoritas quisiera hablarles un poco de Guinness en general, pero no quiero una lectura tediosa y por eso les voy a dejar 5 datos curiosos sobre ella, me parece que la historia detallada probablemente haya mejores lecturas más dedicadas al tema y no es mi intención extenderme en esa dirección pero igual recomendado porque es una historia interesante.
5 datos curiosos sobre Guinness
1. 9000 años
Arthur Guinness, fundador de la Cervecería Guinnes, puso su primera cervecería en el año 1755 ubicada a unos 17 kilómetros de Dublin en el pueblo de Leixlip, con la herencia de 100 libras que le dejo su padrino, Arthur Prince. En 1759 Arthur Guinness buscando crecer su negocio se fue a Dublin, dónde el 31 de diciembre de ese año alquiló St James Gate brewery a Mark Rainsford por 9000 años con los derechos al agua de la propiedad por una cuota de 45 libras irlandesas al año. En la actualidad Guinness sigue funcionando en esta ubicación aunque hoy en día la propiedad ya está en manos de la cervecería ya que al expandir el lote original para crecer terminaron comprando. Un final feliz para St. James Gate ya que desde 1670 había sido una cervecería que durante 100 años cambió de dueños al menos 2 veces hasta que encontró estabilidad con Arthur Guinness.
2. En 1930 Guinness era la séptima empresa más grande del mundo.
Al día de hoy es una de las marcas cerveceras más reconocidas e icónicas, se vende en más de 100 países y se cuece en al menos 50 países y “The Guinness storehouse” es una de las, o la mayor atracción turística en Irlanda.
3. En el siglo 19 el tema de consistencia de marca no existía
lo que hacían era enviar su cerveza en barriles de madera a los puntos de venta o Pubs (Public houses) y ellos la servían a sus comensales en el lugar o bien poniendo sus propias botellas y etiquetas usando el nombre de su Pub y diseños personalizados. Esta práctica abría la posibilidad de que un Publicano (dueño o administrador del Pub) etiquetara una cerveza cómo Guinness dando otra cerveza posiblemente más barata o una Guinness adulterada. Por esta razón Guinness enviaba espías a los Pub a comprar chela, que luego era llevada a un laboratorio para comprobar si era real u otra versión falsificada. En el caso de encontrar una cerveza falsa, el publicano debía extender una disculpa en periódicos locales y en algunos casos hasta en periódicos nacionales.
4. De 1880 a aprox 1930 no tenías que ir a un bar por tu pinta de Guinness
una visita al médico con influenza, insomnio, ansiedad o por el simple hecho de ser una madre lactante y tu doctor te la prescribía e incluso la encontrabas también en el hospital. De hecho había una Guinness llamada “Nurishing Export Stout” aka “Invalid stout” considerada tan nutritiva para como la leche y efectiva para diferentes padecimientos, tanto que la gente guardaba en su casa un par por si acaso.
5. Mensaje en una Botella:
¡Increíble cómo suena! en 1954 Guinness tiró al mar 50,000 botellas de la cerveza pero en lugar de liquido llevaba mensajes. En 1959 repitió esta increíble hazaña para conmemorar sus 200 años tirando 150,000 botellas con nuevos mensajes. ¿Qué era el mensaje? Cada botella contenía un pergamino informando que habías encontrado una botella especial de Guinness y que debías enviar tu nombre y lugar donde habías encontrado la botella a las oficinas de la cervecería, luego contenía un certificado de autenticidad de la “Oficina de Neptuno” y un folleto con la historia de la cervecería. Después de 50 años estas botellas todavía siguen siendo encontradas, en lugares como California, Canadá, las Bahamas, Nueva Zelanda, etc. Las botellas no son terriblemente valiosas más allá de la curiosidad de coleccionistas, en especial si no está abierta. Yo por mi parte estaría muy interesado en una de ellas.
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